EL TORO DE HOY
BRAVO O COBARDE - INTELIGENTE O TONTO
Pedro Valle
Los rumiantes, y entre ellos los toros, por el contrario, de alimentación herbívora, no necesitan atacar a nadie, y como ello seria absurdo y en la naturaleza no existen fenómenos de esta clase, el toro no ataca a ninguna clase de animales, ni al hombre. Lo único que hace el animal herbívoro es defenderse del carnívoro, y como quiera que el toro constituye una presa codiciada dada su calidad y volumen, si estas facultades defensivas no fueran también grandes, carecerían de condiciones de vida y desaparecerían. Por ello todos los bovinos tienen potentísimas reacciones defensivas y son recelosos y asustadizos.
En resumen, el toro acomete a los objetos o seres movibles por miedo; el toro ante un móvil, repara, se espanta...; en ocasiones, el miedo es superlativo, y se desmanda huyendo sin dirección, el toro acomete a la muleta roja porque le molesta a la vista, le fatiga la retina, le ocasiona dolor, y quiere librarse del sufrimiento”.
Por nuestra parte, dejando para los especialistas el cuidado de sutilizar sobre las ultimas consecuencias que cabe extraer de la autonomía y vida afectiva del toro de lidia, y admitiendo que, efectivamente, con la cría racional y selectiva, se ha llegado al toro actual que por vía científica solo puede ser tenido como cobarde y tonto, no podemos por menos señalar lo paradójico que resulta sentar estas afirmaciones categóricas, cuando cualesquiera que sean las raíces de su instinto y temperamento, el toro en la plaza se comporta, la mayoría de las veces, con bravura y fiereza, inspirando siempre temor y respeto, y si en alguna ocasión ha llegado al ruedo siendo ya toreado, inmediatamente se ha puesto ello de manifiesto, al desdeñar el juego de la capa y la muleta, y cambiarlo por la persecución certera del hombre, con lo que en definitiva ha demostrado no ser tan tonto.
Reportaje de la revista enero de 2000
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