lunes, 10 de septiembre de 2012

La Suerte de Varas

La Suerte de Varas

Pedro Valle

MANERAS DE EJECUTARLA
 
 
 
La suerte de varas o picas ha perdido hogaño la emotividad y fiereza despiadada que antaño la caracterizaba. Deriva ello de una doble circunstancia: el menor poder y fuerza de los toros y el uso, para los caballos de picar, del peto protector. Su práctica, en primer lugar, debe de ajustarse al Nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos, que dispone que los picadores no podrán pasar de la primera circunferencia concéntrica pintada en el redondel a la distancia de siete metros del estribo de la barrera, y el toro habrá de ser colocado para la ejecución de la suerte, sin rebasar la segunda circunferencia concéntrica pintada en el ruedo a nueve metros del estribo de la barrera.
 
El desarrollo de la suerte de picas se lleva a cabo, en la actualidad, de dos formas distintas:
 
PICAR AL TORO DE FRENTE

Pepe-Hillo la describe así: <<Se ejecuta situándose el picador en la rectitud del terreno que ocupa el toro; y luego que éste parte y llega a la jurisdicción le pone la garrocha en el cervigillo, y abre al mismo tiempo el caballo por la izquierda; y cargándose sobre el toro lo despide por la cara de dicho caballo y en línea paralela con él >>.
Esta es la forma más brillante y arriesgada de practicar la suerte, porque el toro, al embestir al caballo, si recarga, con pujanza y codicia, lo natural es que lo derribe y con él al picador.
Pero existe, naturalmente, una habilísima maniobra a realizar por el piquero, para evitar el grave peligro del primer encontronazo con el toro, y no es otra que el paso atrás del caballo, una vez arrancado el toro, con lo que la res, suelta la cabeza para dar la cornada o derrote al caballo, a la distancia instintiva del punto en que inició la arrancada, y en lugar de encontrar al equino se ve frenada por la puya.
Para los toros aplomados se practica el sistema de picar a toro atravesado, esto es, cerrando al animal la posible huida, que solo logra retrocediendo; pero este es un recurso de excepción, que no constituye suerte propiamente dicha.
 
 
 
 
 
 
La Carioca
 
La carioca es el vocablo popular que se da a la suerte ideada por el piquero Miguel Atienza, y que consiste en citar al toro como en la suerte de frente, y una vez hecha la reunión, cuando el toro cede pretendiendo rehuir la pugna, el picador afloja en su empuje con la garrocha, pero sin acabar de soltarla del todo y cuarteando al caballo hacia los medios de la plaza, cierra la salida del animal, que vuelve a la carga, en cuyo momento el picador aprieta de nuevo la garrocha, repitiendo la treta cuantas veces le venga en gana.
Este procedimiento, justificable solo para toros mansos, a los que difícilmente se lleva al caballo, y cuando se consigue se debe aprovechar el puyazo de una vez por todas, solo censuras merece cuando se practica con toros bravos, porque sirve para castigarles con exceso y con absoluta impunidad por el piquero.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Toreo de Capa (VI)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle

Toreo de capa al limón y al galleo

Suertes en completo desuso son éstas. Consiste la primera en situarse dos matadores frente al toro, llevando entre los dos cogido un solo capote, de forma que el que está a la derecha lo cogerá con la mano izquierda por la parte del cuello, y con la derecha, el extremo que cae a su lado, y el que está a la izquierda al contrario. Teniendo unidas las manos que sujetan el capote por el cuello a la altura de los hombros y la de los extremos hacia la mitad del pecho para quedarse cubiertos con él, se tendrán en toda rectitud y en el momento de hacer el toro por el capote soltarán las manos que le sujetan por el cuello, se distanciaran ambos dando un paso al costado tan largo como el capote lo permita, y cogiendo a éste por las manos que antes le sujetaban por la parte del cuello dejarán pasar al toro por debajo levantando los brazos y sin quitar los vuelos de la cara del animal.

El galleo se ejecuta llevando el torero el capote colocado sobre los hombros, a modo de capa de vestir, y yendo al encuentro del toro, para, aprovechando la arrancada del animal, cuartearlo en la cara, describiendo un semicírculo, y burlar su acometida presentándole uno de los lados del capote, pudiendo encadenarse la sucesión de dos o tres lances de este tipo, mediante continuar los desplazamientos en la cara del toro y presentar alternativamente a éste uno y otro lado del capote.



Al Galleo















La Navarra
Muy celebrada y practicada hace más de medio siglo, apenas si hoy se ejecuta, debido al cambio operado en el gusto de los públicos, que han visto superada esta suerte por la chicuelina, de mayor ajuste y plasticidad.

Consiste, según la tauromaquia de Guerrita, en colocarse el diestro como si fuera a torear a la verónica y una vez marcada la embestida de la res, se comenzara a tender la suerte hasta que ya entrada en jurisdicción, estando bien humillada y pasada la cabeza, el matador retira el capote por debajo y da una vuelta en redondo hacia el lado contrario al que haya marcado la salida, volviendo a quedar frente al toro.
 

Navarra






















Toreo de Capa (IV)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle

La Orticina
José Ortiz, torero mejicano que disfrutó en su patria de máximo cartel en la temporada 1927 – 1928, introdujo varias innovaciones en el toreo de capa, una de las cuales fue la que lleva su nombre, derivada de la chicuelina y la gaonera. Consiste esta suerte en citar al toro de frente y con el capote a la espalda, haciéndole sobresalir extendido, por su lado derecho, y al acudir al engaño el animal, un primer tiempo del lance, parecerá una verónica, para en el mismo momento de pasar la cabeza del toro, sacar la capa por encima del mismo, girando el matador en sentido contrario, hasta dar la vuelta completa, y situarse de nuevo frente al toro en posición primera, cuando éste, al revolverse, vuelva a acometerle. El remate de esta suerte suele ser un lance al costado, para lo cual, en lugar de girar el diestro sobre sí mismo y sacar el capote por encima de la cabeza del toro, recoge la capa sobre su costado  al término del primer tiempo de la orticina     





El Farol


En la tauromaquia de Guerrita se describe así: “Se ejecuta en su primera parte como la de la verónica; pero en el momento de sacar el capote de la cara del toro se hace un movimiento como si se fuera a colocar sobre los hombros, dando con él una vuelta alrededor de la cabeza del diestro y volviendo a su primitiva posición si ha de repetirlo, o dejándolo sobre los hombros si quiere terminar la suerte galleando”.
Según Jose Maria de Cossío, fue su inventor Manuel Domínguez, fundando este aserto en la reseña de la corrida celebrada en Madrid, el 13 de mayo de 1855, publicada en “El Enano”, en la que se dice que tal diestro “toreó a un toro de manera admirable y practicando la suerte de su invención por el llamada del farol, que le valió estrepitosos aplausos”.

Por cierto, que de este espada, que sufrió numerosos percances, relata “Don Ventura” el que le dejó tuerto ocurrido en la plaza del Puerto de Santa Maria, el 1 de junio de 1857, al entrar a matar a un toro de la ganadería de Joaquín Pérez de la Concha y Sierra, de nombre “Barrabas”, que le enganchó por el brazo derecho, y al derrotar con el pitón, le hirió en la mandíbula y  ojo derecho, vaciándoselo por completo. Y allí dio Don Manuel una prueba irrecusable de su admirable entereza, pues tal fue su valor, que después de la cogida permaneció en pie algunos minutos contemplando en un pañuelo su globo ocular, que él mismo había recogido del suelo. Y como tal hombría, merece la cita que consignada queda.

Hoy, que ya no se gallea, se ejecuta el farol tal como ha quedado descrito, si bien el torero, al dar la vuelta a la capa alrededor de su cabeza, gira simultáneamente su cuerpo en rotación completa sobre sí mismo y en sentido contrario al de la capa.

El remate de una serie de faroles puede consistir en una serpentina.
 




















Toreo de Capa (V)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle

La Mariposa

Situado el torero frente al toro, con el capote a la espalda, al acudir la res al cite, se va flameando alternativamente a cada costado, al tiempo que se corre hacia atrás. Es indudablemente la más bella y meritoria manifestación que existe del toreo por la cara, y se debe al torero madrileño Marcial Lalanda, primera figura desde que tomó la alternativa en el año 1921 hasta que se retiró en el año 1942, que la ejecutaba con gran ajuste y armonioso abaniqueo del capote. Desgraciadamente lleva camino de quedar olvidada, al no practicarla casi ninguno de nuestros coletudos actuales.

La Tijera

En la tauromaquia de Pepe-Hillo se explica que se hace de frente al toro, tomando la capa con los brazos cruzados; en esta disposición, si el diestro despide al toro por el lado derecho, debe tener el brazo izquierdo encima para practicarlo con comodidad; si, por el contrario, lo despide por el lado izquierdo, formará la cruz de brazos teniendo el derecho sobre el izquierdo. Desde los tiempos de marcial Lalanda, que la ejecutaba primorosamente, no la hemos vuelto a ver practicar, por lo que lleva trazas de desaparecer.





























lunes, 16 de abril de 2012

Toreo de Capa (III)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle

La Chicuelina

Lleva el nombre de su inventor, Chicuelo, que la improvisó en una corrida celebrada en la plaza de Valencia, y consiste en citar el toro con la capa, como si fuera a ejecutarse una verónica, y ya iniciado el lance clásico y pasada la cabeza del animal, el matador retira y arrolla el engaño sobre el cuerpo, al propio tiempo que da una vuelta en redondo hacia el lado contrario de la dirección seguida por la res, para quedar de nuevo frente a la misma.


Chicuelina

La Gaonera

Colocada la capa a la espalda, se le presenta todo el vuelo al toro por un lado, hallándose el animal frente al torero, se le carga la suerte cuando llega a jurisdicción (indica embarcar al toro con la capa cuando llega a la altura del espada y llevarle toreado) y así que remata fuera, se da media vuelta y de nuevo se le presenta la capa por el otro lado, repitiendo el lance tantas veces como el diestro considere oportuno.



Gaonera
 
Lleva el nombre del torero mejicano Rodolfo Gaona, que brilló entre los años 1909 al 1920, por ser el primero que la practicó en España, inspirándose posiblemente en el lance al costado que ejecutaba ya en los tiempos de Isabel II el gran torero madrileño Cayetano Sanz, y del que ha quedado testimonio gráfico en la publicación de toros, La Lidia, del año 1887, debido al dibujante Daniel Perea. Por ello el decano de nuestros tratadistas en materias taurinas, Ventura Bagües, dice, que a tales lances se les llama indebidamente gaoneras, y si por nuestra parte dejamos constancia definitiva de tal nombre, es por respeto y acatamiento a la vox populi, que quizá con certero instinto, en el evolucionar progresivo y encadenado de las distintas suertes del toreo, mas que al precursor, encumbra y recuerda al que con estilo propio define con su vigorosa personalidad una forma de expresión, que si no es totalmente nueva, al menos lo parece.

 

En la forma de practicarla Gaona, análoga a la actual, asemeja puramente una verónica dada con el capote a la espalda, que se ejecuta así mismo en la suerte natural, esto es, dando al toro los terrenos de afuera. Se suele rematar con un despliegue del capote, al que se le hace describir un pequeño circulo en el aire, soltado una de las puntas, para luego traerlo extendido alrededor del cuerpo del torero, al tiempo que este gira, y que recibe el nombre  de Serpentina

Serpentina 1ª parte
























Serpentina 2ª parte


jueves, 5 de abril de 2012

Toreo de Capa (II)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO

                                                                                                                                      Pedro Valle

La Verónica

La verónica es el lance más importante y más clásico del toreo de capa, y con los tiempos ha ido evolucionando hasta ajustarse a los tiempos actuales.

En la Tauromaquia de Pepe-Hillo se llamaba verónica a aquella suerte que el diestro ejecuta situándose con la capa rigurosamente enfrente del astado. Y así se vino practicando hasta finales del siglo XIX, con el riesgo que esto conlleva, porque al citar el torero al toro, y acudir éste al engaño en línea recta, era necesario desplazar al toro de su terreno, para que quedara a salvo el cuerpo del torero, y una vez pasado el animal, había que girar rápidamente, dando más de media vuelta, para ponerse de nuevo frente al toro con la capa extendida y esperar la nueva acometida del animal, al revolverse éste contra él.

El mismo riesgo que suponía el tener que desviar la trayectoria del toro en pleno viaje, obligaba a ejecutar un lance muy despegado y movido. Pero como la línea del progreso no podía hacer de los toros una excepción, en esta suerte, como todas en general, para adaptarlas a las sucesivas exigencias de los públicos, hubo de idearse un procedimiento que permitiera darle una mayor plasticidad, templando la embestida del toro, dando una mayor duración al lance, pasando la res más cerca del cuerpo del torero y componiendo estéticamente la figura del espada. Para ello se partió del cambio radical en el  cite al  toro, no haciéndose ya de frente, si no colocándose el diestro de costado en la rectitud del toro y a la distancia conveniente. La innovación fue consagrada por Guerrita, en su Tauromaquia, pero el camino recorrido hasta hoy, en orden al logro de una mayor belleza de estilo, elegancia y dominio de esta suerte, ha sido inmenso. Y sus hitos han ido marcándolos, entre otros, los toreros que a continuación citaré.

Rafael El Gallo, ejecutaba el lance citando con los dos pies juntos y levantando los brazos, en un toreo alado y delicado, en el que su verónica graciosa y sutil, conjugaba con su gesto de artista pinturero y gitano.

Juan Belmonte, en la que su  verónica, citando al toro con los pies separados (compás abierto), tenía ritmo y medida, al ajustarse espléndidamente a la velocidad del toro, era larga y parsimoniosa.

Chicuelo daba la verónica con el cuerpo rígido y los pies juntos, desplegando una capa que parecía inmensa en contraste con su baja estatura y cortos brazos.

Gitanillo de Triana, como dijo Néstor Luján, la daba con la capa dormida, muy lenta, hincando los pies en el suelo, abriendo el compás, con el cuerpo erguido y las manos bajas.

Cagancho, cuando daba “el parón” (verónica con los pies juntos), no presentaba su capa ni una sola arruga.

Manolete ejecutaba la verónica con un ajuste absoluto, llevando completamente toreado al toro desde la iniciación del lance hasta su terminación con un juego plástico sereno y majestuoso.

La media verónica

Se emplea para rematar una serie de verónicas y consiste en cortar precisamente la verónica que se está ejecutando aproximadamente a la mitad de su desarrollo, llevándose la capa ceñidamente al costado.
Fue Belmonte, el primero en practicar este remate.
 

Toreo de Capa (I)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle
Correr los toros a una o dos manos.

La forma más simple de torear al toro es la de correr por delante del animal con la capa extendida. Esto puede realizarse a una o dos manos. Como dice José Maria de Cossío, correr los toros consiste, en que una vez arrancado el toro al cite del torero, salir éste por delante, adecuando la velocidad de sus pies a la del toro, del que voluntariamente se deja perseguir, y recorrer en esta forma una parte del ruedo. Su finalidad suele ser la de tantear a los toros a la salida de toriles, y ya en plena lidia, cambiarles de lugar dentro del redondel.

Montes, en su Tauromaquia, escribe que el correr los toros, aunque es muy fácil, no lo es, sin embargo, tanto que no tenga sus reglas para ejecutarlo con perfección y seguridad, pues de otra suerte estaremos expuestos, dice, a que sea el toro el que nos corra, en vez de nosotros correrlo a él.

Lo esencial cuando se practica el correr los toros a una mano, es el despegarse el diestro del toro con tanta ventaja que éste pierda el bulto perseguido, o que el diestro gane la barrera, o que con la capa obligue a variar de dirección al toro, siguiendo él otra distinta de la iniciada. 

Cuando se desarrolla manejando la capa con las dos manos, el torero situado frente al toro y con el engaño por delante, al dejarse seguir del animal andando hacia atrás, debe flamear a un lado y al otro, alternativamente la capa, para que siga éste una dirección en zigzag, en tanto él hace un viaje en línea recta.

El correr a los toros valiéndose de una o de las dos manos en el manejo de la capa, es misión que solo incumbe  a los peones del espada, siguiendo las indicaciones del mismo, para cambiar al toro de terrenos. Cuando esta suerte de correr al toro la ejecuta el espada, haciéndolo con mayor ajuste y estilo para su lucimiento personal, se la denomina abanicar, ya que no solo se abanica con la muleta.

          Con independencia de correr a los toros, mediante los procedimientos indicados, es el quehacer habitual de los peones el capear utilizando a este respecto la capa para fijar su atención desde lejos, castigarles al obligarles a repetidos derrotes, marearles, y en una palabra, dominarles, empleando los capotazos necesarios para ello, sin que exista una terminología precisa que distinga las distintas formas de utilizar la capa en este sentido, y si solo el concepto genérico, con que JM. de Cossío las define, de suertes de capa sin pasar el toro.

Correr el toro a dos manos


Correr el toro a una mano


Abanicar