martes, 27 de diciembre de 2011

El toro bravo (IV)

                      COMO DISTINGUIR A LOS TOROS

                                                                                                                                                                                              Pedro Valle


Las ganaderías existentes son muy numerosas y para distinguir a sus toros se valen de sus marcas a hierro y de las divisas.
 
Poco antes o poco después de cumplir el becerro el año de edad, se procede a herrarle, o sea, marcarle con el hierro de la ganadería, a numerarle y a señalarle, generalmente en las orejas. El hierro y la señal tienen por objeto distinguirles de las reses de otras ganaderías. El numero que también se marca con el hierro, a fuego, sirve para distinguir a los individuos de la misma ganadería.

Tales operaciones se practican en el herradero, y apenas suscitan problema técnico alguno. El lugar para verificarlas suele ser un corral que debe de comunicarse con otro que de al campo. Generalmente en las dehesas donde lo hay, suele aprovecharse la plaza de tientas. En otras, y teniéndose en cuenta que es operación que también se realiza con el ganado manso, los corrales están hechos adrede para esta operación. Los becerros deben de pasar de un corral a otro, en el que se les sujeta a brazo, derribados y sujetos en el suelo, se procede a marcarlos y después a señalarlos. A veces se auxilian en la operación de un lazo, con el que les prenden y sacan arrastrándolo al corral donde han de herrarles. Tras esto, se les da suelta al campo. Claro es que se procura que salgan del corral donde están reunidos, a aquel en que han de herrarles de uno en uno, pero no siempre se logra, a veces salen varios juntos y al cogerles, es ocasión de incidentes y algazara. Cada becerro necesita cuatro o cinco hombres para sujetarle y ha de derribársele con cuidado, y como precaución, colocarles la cabeza vuelta y sobre un saco lleno de paja.


El hierro se calienta en una hoguera de leña, que ha de estar próxima al corral de la faena y mejor en el corral mismo. Una vez que se ponga candente al rojo, se aplica el hierro de la marca a la pata trasera derecha y el del numero a los costillares. No en todas las ganaderías hay la misma costumbre.

Ganaderos hay que colocan el hierro en distinta posición, convencionalmente, designando la reata o casta de procedencia de la res, o para denotar cualquier otra circunstancia. Así mismo, alguno, como el Duque de Veragua, no numeraba los becerros y los diferenciaba por la forma y el lugar de estar colocado el hierro.

La costumbre de numerar  las reses data del siglo pasado, es decir, del tiempo en que la selección de las ganaderías empezó a tener un carácter riguroso y una orientación segura.

El hierro y la señal son costumbres de siempre, quiero decir de época anterior a la crianza de las reses con el destino exclusivo de su lidia.

El coger las reses en corral, es operación que no requiere especial destreza. El sujetarlas una vez derribadas, aunque elemental, tiene su técnica. Como he indicado, la cabeza debe de estar hacia arriba y apoyada sobre un saco de paja para librar a los cuernos de accidente o rotura. Las patas se atan una contra otra, por medio de un nudo corredizo de una cuerda, por la parte de las cuartillas y la cola o rabo, se pasa por la entrepierna hacia delante y se conserva por alguno de los que intervienen.

El hierro debe de quedar señalado por igual y suficientemente para que no acabe de borrarse y desaparecer.

La señal suele hacerse con navaja y a esta operación se le llama “fañar”.

Cada ganadero tiene su señal distinta, pero todas pueden reducirse a unas pocas, cuyas combinaciones son innumerables.

Complemento del hierro y señal para distinguir a sus toros, es la divisa, usado por las distintas ganaderías, que permite con mucha mayor facilidad el conocer la procedencia del toro de lidia. Consiste en cintas de uno o más colores, sujetas a un pequeño arpón, que se clava al toro en el cervigillo, momentos antes de darle suelta de los chiqueros.

En la actualidad, todas las ganaderías que figuran inscritas en el Sindicato Nacional de Ganaderías, Grupo de Criadores de Toros de Lidia, tienen adaptados los correspondientes colores de su divisa, que usan sin excepción al lidiarse sus toros.




Reportaje de la revista mes de diciembre de 1999

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