T |
odos los viernes a las 22’30 horas y durante los meses de Julio y Agosto de 1999 se celebrabanen la plaza de toros de Madrid, Las Ventas, un ciclo de novilladas, festejos que en el argot taurino se denominan “nocturnas”, lo que me llena de añoranza, al recordar aquellas “nocturnas” que se celebraban y que se denominaban Espectáculo Cómico Taurino, en donde había una parte de toreo cómico y otra de toreo serio y en el que dieron sus primeros pasos toreros que llegaron a ser figuras del toreo.
Sus actuaciones al cabo de muchos años tuvo lugar formando una cuadrilla cómica, que primeramente componían con el citado Turquellas (Charlot), Rafael Dutrús (Llapisera) que vestía de frac y chistera y un banderillero que salía con el atuendo de un botones de hotel, así se denominaban. Mas tarde, Charlot y Llapisera formaron cuadrillas propias por separado y el segundo actuó en colaboración de otros espectáculos cómico-taurino-musicales, como la banda de “EL EMPASTRE”.
Con estos toreros cómicos, y más que fueron apareciendo, se han venido desarrollando las corridas llamadas “BUFAS”, con arreglo a un patrón que podíamos denominar único, y que consistía en la lidia de dos becerros de forma pintoresca.
Por citar algunos lances:
Citar a las res desde un caballito de mimbre, que tapa con sus patas (a la forma de los caballos medievales) para que no se vean las piernas del propio jinete. Poner banderillas desde una bicicleta, o clavarlas saltando por encima del becerro.
Dos hombres disfrazados de cabestros con cencerro a los que el becerro les hace caso pensando en que son
de su especie. Afeitar al animal con una enorme navaja de madera. Montar al caballo sobre el becerro, e infinidad de números en los cuales no me quiero extender.
En la actualidad se suele dotar a estos espectáculos con una parte seria, convirtiéndose de esta manera en mixtos, ya que suelen actuar uno o dos novilleros sin picadores, vestidos con trajes de luces y dando muerte a los erales.
Es verdad, en mi modesta opinión, que se deberían de dar espectáculos de este tipo, que se van perdiendo por falta de presupuestos (sobre todo en nuestra plaza de Madrid, pues observo, cuando veo los carteles de otras ferias de provincia, que los mencionados espectáculos están incluidos) y son una forma más de aficionar al mundo de los toros a esos personajes bajitos que revolotean por casa y que son el futuro de nuestra fiesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario