TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO
Pedro Valle
La Verónica
La verónica es el lance más importante y más clásico del toreo de capa, y con los tiempos ha ido evolucionando hasta ajustarse a los tiempos actuales.
En la Tauromaquia de Pepe-Hillo se llamaba verónica a aquella suerte que el diestro ejecuta situándose con la capa rigurosamente enfrente del astado. Y así se vino practicando hasta finales del siglo XIX, con el riesgo que esto conlleva, porque al citar el torero al toro, y acudir éste al engaño en línea recta, era necesario desplazar al toro de su terreno, para que quedara a salvo el cuerpo del torero, y una vez pasado el animal, había que girar rápidamente, dando más de media vuelta, para ponerse de nuevo frente al toro con la capa extendida y esperar la nueva acometida del animal, al revolverse éste contra él.
Rafael El Gallo, ejecutaba el lance citando con los dos pies juntos y levantando los brazos, en un toreo alado y delicado, en el que su verónica graciosa y sutil, conjugaba con su gesto de artista pinturero y gitano.
Juan Belmonte, en la que su verónica, citando al toro con los pies separados (compás abierto), tenía ritmo y medida, al ajustarse espléndidamente a la velocidad del toro, era larga y parsimoniosa.
Gitanillo de Triana, como dijo Néstor Luján, la daba con la capa dormida, muy lenta, hincando los pies en el suelo, abriendo el compás, con el cuerpo erguido y las manos bajas.
Cagancho, cuando daba “el parón” (verónica con los pies juntos), no presentaba su capa ni una sola arruga.
Manolete ejecutaba la verónica con un ajuste absoluto, llevando completamente toreado al toro desde la iniciación del lance hasta su terminación con un juego plástico sereno y majestuoso.
La media verónica
Se emplea para rematar una serie de verónicas y consiste en cortar precisamente la verónica que se está ejecutando aproximadamente a la mitad de su desarrollo, llevándose la capa ceñidamente al costado.
Fue Belmonte, el primero en practicar este remate.
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