jueves, 5 de abril de 2012

Toreo de Capa (II)

TOREO DE CAPA
MANERAS DE EJECUTARLO

                                                                                                                                      Pedro Valle

La Verónica

La verónica es el lance más importante y más clásico del toreo de capa, y con los tiempos ha ido evolucionando hasta ajustarse a los tiempos actuales.

En la Tauromaquia de Pepe-Hillo se llamaba verónica a aquella suerte que el diestro ejecuta situándose con la capa rigurosamente enfrente del astado. Y así se vino practicando hasta finales del siglo XIX, con el riesgo que esto conlleva, porque al citar el torero al toro, y acudir éste al engaño en línea recta, era necesario desplazar al toro de su terreno, para que quedara a salvo el cuerpo del torero, y una vez pasado el animal, había que girar rápidamente, dando más de media vuelta, para ponerse de nuevo frente al toro con la capa extendida y esperar la nueva acometida del animal, al revolverse éste contra él.

El mismo riesgo que suponía el tener que desviar la trayectoria del toro en pleno viaje, obligaba a ejecutar un lance muy despegado y movido. Pero como la línea del progreso no podía hacer de los toros una excepción, en esta suerte, como todas en general, para adaptarlas a las sucesivas exigencias de los públicos, hubo de idearse un procedimiento que permitiera darle una mayor plasticidad, templando la embestida del toro, dando una mayor duración al lance, pasando la res más cerca del cuerpo del torero y componiendo estéticamente la figura del espada. Para ello se partió del cambio radical en el  cite al  toro, no haciéndose ya de frente, si no colocándose el diestro de costado en la rectitud del toro y a la distancia conveniente. La innovación fue consagrada por Guerrita, en su Tauromaquia, pero el camino recorrido hasta hoy, en orden al logro de una mayor belleza de estilo, elegancia y dominio de esta suerte, ha sido inmenso. Y sus hitos han ido marcándolos, entre otros, los toreros que a continuación citaré.

Rafael El Gallo, ejecutaba el lance citando con los dos pies juntos y levantando los brazos, en un toreo alado y delicado, en el que su verónica graciosa y sutil, conjugaba con su gesto de artista pinturero y gitano.

Juan Belmonte, en la que su  verónica, citando al toro con los pies separados (compás abierto), tenía ritmo y medida, al ajustarse espléndidamente a la velocidad del toro, era larga y parsimoniosa.

Chicuelo daba la verónica con el cuerpo rígido y los pies juntos, desplegando una capa que parecía inmensa en contraste con su baja estatura y cortos brazos.

Gitanillo de Triana, como dijo Néstor Luján, la daba con la capa dormida, muy lenta, hincando los pies en el suelo, abriendo el compás, con el cuerpo erguido y las manos bajas.

Cagancho, cuando daba “el parón” (verónica con los pies juntos), no presentaba su capa ni una sola arruga.

Manolete ejecutaba la verónica con un ajuste absoluto, llevando completamente toreado al toro desde la iniciación del lance hasta su terminación con un juego plástico sereno y majestuoso.

La media verónica

Se emplea para rematar una serie de verónicas y consiste en cortar precisamente la verónica que se está ejecutando aproximadamente a la mitad de su desarrollo, llevándose la capa ceñidamente al costado.
Fue Belmonte, el primero en practicar este remate.
 

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